Artículo original publicado en La Vanguardia (17/04/2020)
El teléfono tiene algunas características de los smartphones más avanzados de la gama media, aunque flaquea a la hora de hacer fotos
La empresa china Realme desde que debutó en el mercado hace unos pocos meses, está logrando poco a poco poner patas arriba el mercado de teléfonos por la agresividad de sus precios. Hemos estado probando durante algunos días uno de sus últimos terminales, el Realme 6. Su precio, que comienza en los 219 euros y llega hasta los 279 euros, está claramente ajustado por las prestaciones que ofrece. Al menos sobre el papel.
El teléfono cuenta con algunas características muy llamativas: como su pantalla con una tasa de refresco de 90hz, una batería de gran capcidad de 4.300 mAh con una carga rápida verdaderamente veloz, Android 10 y un sistema de cámaras que aunque tiene flaquezas, alguna incluso importante, será suficiente para muchos. El teléfono se puede conseguir con 4 u 8 gigas de memoria ram y 64 o 128 gigas de almacenamiento (aunque admite tarjetas MicroSD para ampliarlo).
No hay que pensar que estamos ante un teléfono de los mejores que podemos encontrar en la gama media, pero su precio es bastante competitivo y esa es su gran virtud
Es complicado al usar este teléfono y no pensar en el Redmi Note 8 Pro de Xiaomi que analizamos en su momento. Un teléfono con el que comparte muchas características y tiene un precio similar. Algo que ya ha sucedido en otras ocasiones. Pues ambas empresas compiten por lograr precios muy ajustados en sus terminales.
En este caso ambos trabajan con el mismo procesador: el MediaTek Helio G90T. Un chip capaz, aunque lejos del rendimiento que proporcionan los de terminales de gama alta. En las pruebas de rendimiento con aplicaciones para testear la potencia del teléfono nos ha dado resultados interesantes.
Su hardware más o menos está a la altura de los teléfonos más potentes de hace un par de años. Aunque hay que advertir que nosotros hemos probado la versión con ocho gigas de memoria ram. La más básica tiene cuatro gigas. Ambas vienen equipadas con un lector de huellas dactilares lateral que funciona bastante bien.
Lo hemos puesto en apuros cargando el juego Call Of Duty Mobile configurado para el mejor rendimiento en gráficos. A pesar de producirse al principio alguna ralentización, el teléfono ha logrado con eficacia lograr que las imágenes se viesen fluidas. El problema es que durante los 15 minutos que hemos jugado hemos percibido un calentamiento algo molesto en el terminal.
Algunos advirtieron en su día que esa era la mayor lacra de este procesador de Mediatek. Aunque si no lo sometemos a tareas intensas no parece que se produzca ese aumento de la temperatura. La batería de 4.300 mAh tiene potencia suficiente para más de un día de uso, sobre todo teniendo en cuenta que este no es un teléfono con conectividad 5G. Lo que siempre conlleva más consumo de energía.
El sistema de cámaras es modesto. Su cámara principal tiene 64 megapíxeles produciendo mejores imágenes si se recurre a una resolución de 16 megapíxeles. Para ello se usa la tecnología de apilamiento de píxeles, que suma cuatro píxeles para crear un píxel virtual que capta mejor la luz. Su objetivo tiene una estabilización de f/1.8. No cuenta con estabilización óptica.
Esta cámara se acompaña de otra ultra panorámica de ocho megapíxeles. También hay otras dos cámaras algo más anecdóticas. Una monocromática, con la que no podemos hacer fotos directamente, que se se usa para lograr un mejor funcionamiento del modo retrato. La otra es una cámara de menos de dos megapíxeles que capta fotografías macro de pequeños detalles.
Lo que no nos gusta es que Realme no se ha esmerado en el procesamiento mediante algoritmos de las imágenes. Pues estas pecan de tres cosas: ruido incluso con luz abundante, falta de detalle en las texturas y cierta imprecisión en los colores cuando la luz escasea. Da igual la cámara que usemos y el modo de disparo. El problema es generalizado.
Esto no quiere decir que las fotos que hace este Realme sean un desastre. Son válidas para la mayoría de usuarios que no buscan un resultado muy exigente. Al menos cuando la luz abunda. Pues cuando esta cae aquí si que observamos problemas serios. Incluso recurriendo al modo noche. Aunque este mejora algo los resultados en las escenas nocturnas o en interiores poco iluminados.
Mejor comportamiento observamos al grabar vídeo. Este Realme 6 permite la grabación en 4K a 30 fps, 60 fps en Full HD, y dispone de estabilización electrónica del vídeo que no hace maravillas pero al menos está ahí. Con buena luz la calidad de los vídeos sin ser excepcional es buena. Sobre todo teniendo en cuenta en todo momento que estamos hablando de un teléfono que apenas supera los 200 euros en su versión más básica.
Este teléfono será ideal para todos aquellos que buscan un terminal solvente y no quieran gastar una gran cantidad de dinero. Aunque conviene no pensar que vamos a encontrarnos con un teléfono con funciones de la parte alta de la gama media. Es cierto que en algún aspecto este Realme 6 brilla, como es el caso de su batería y su pantalla.
Pero su sistema de cámaras es mejorable, incluso en esa franja de precios. Pues nos queda la duda de si no sería mejor haber dotado a este teléfono de una única cámara de mayor calidad en vez de equipar varias. Por muy bien que ese detalle quede de cara a la publicidad. También nos hubiese gustado ver sonido estéreo, por suerte hay jack de auriculares, y unos materiales algo mejores. Pero seguramente todo eso es pedir demasiado para 219 euros.
*Precios actualizados el 14 de Abril de 2020